Los españoles iniciaron lo que hoy es la tradición vaquera, que comenzó con el sistema de hacienda en la España medieval. Este estilo de ranchos se esparció a través de la península ibérica, y luego fue importado a América.
Durante el siglo XVI los conquistadores y otros colonizadores españoles llevaron sus tradiciones rurales así como sus caballos y reses a América, empezando por México y Florida. Las tradiciones de España sufrieron transformaciones por el ambiente geográfico y las circunstancias culturales de la Nueva España, que más tarde paso a ser México y sudoeste de EE.UU. Al mismo tiempo, la tierra y la sociedad de América recibieron cambios drásticos por la influencia española.
Así, aunque son considerados como un icono norteamericano, los vaqueros comenzaron a partir de una tradición hispánica, que evolucionó en lo que hoy se conoce como el vaquero del norte de México y el charro de las regiones Jalisco y Michoacán. La mayoría de los vaqueros eran de origen mestizo y nativo americano, mientras que gran parte de los hacendados (los dueños de los ranchos) pertenecían a la raza española.
La llegada de los caballos fue muy importante, ya que los equinos se habían extinguido en América desde el final de la era de hielo prehistórica. Sin embargo, los caballos se multiplicaron rápidamente en esas tierras y se volvieron cruciales para el éxito de los españoles y demás colonizadores. Los primeros caballos eran de origen andaluz o árabe, pero comenzó a desarrollarse una raza única de caballos americanos en el norte y el sur de América a través de la cruza y la selección natural de ls animales ‘salvajes‘, pero en realidad eran caballos silvestres, descendientes de animales domésticos.
Mientras los comerciantes de habla inglesa se expandían hacia el oeste, las tradiciones españolas e inglesas, el idioma y la cultura se mezclaron entre sí. Antes de la guerra de América y México de 1848, los mercaderes de Nueva Inglaterra viajaron por barco a California donde se encontraron con hacendados y vaqueros, e intercambiaron artículos para las pieles y sebo producido en los ranchos. Los comerciantes americanos tenían contactos similares con la vida vaquera. Comenzando con estos encuentros iniciales, el estilo de vida y el lenguaje de los vaqueros comenzaron una transformación que se fundiría con las tradiciones culturales inglesas y produciría lo que llegó a conocerse como la cultura americana del cowboy.
Con la llegada de los trenes y el incremento de la demanda de carne en los inicios de la guerra civil americana, el vaquero americano evolucionó ya que las tradiciones antiguas junto con la necesidad de transportar el ganado de los ranchos donde crecían hasta la estación mas cercana impusieron la necesidad del cambio.
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